La Gran Reclusión
Mucha gente comenzó a leer La peste, de Albert Camus, en los primeros días de confinamiento. La novela, ambientada en Orán cuando la ciudad aún estaba bajo soberanía francesa, arranca un mañana de abril, en el momento en que el doctor Rieux encuentra una rata muerta en el rellano de la escalera.
La peste es una obra maestra y en sus páginas se puede aprender mucho de la condición humana, de la manera en la que el aislamiento y el miedo al contagio cambian nuestro comportamiento. «Retrato de un mundo enfermo al que solo una catástrofe logra rehumanizar», leo en la contra del libro. Y me pregunto, claro, si ese será también nuestro caso. Si el mundo que saldrá de esta pandemia será más humano.
Las señales son contradictorias. El mejor ejemplo es el de los médicos y el personal sanitario. Se están dejando la piel, literalmente, por salvar vidas. Y asumen un riesgo muy alto. Recuérdenlo cuando salgan de paseo.