La niebla es el aliento de un dragón. Un largo dragón con forma de río, tendido sobre la comarca del Bierzo, escenario de algunos de mis primeros relatos. Este libro, con ilustraciones de mi amigo Juan José Albares, autor también del inquietante avión de las falsas guardas de la edición de Stuka, apareció en el año 2005, editado por el Instituto de Estudios Bercianos. Y algunos de los temas y de las atmósferas que me fascinan ya estaban en este volumen de cuentos. El hayedo, Azouz, el pájaro o Lo que nunca le dije son algunas de las narraciones más personales. Pero si habéis leído El agujero de Helmand, mi primera novela, encontraréis una huella temprana en relato como La apatía, que habla del carbón, de la montaña y la mina.