Venecia se había levantado en armas contra el Imperio Austriaco. Eran los años del Risorgimento, el tiempo convulso que desembocaría en la unificación de Italia, y los habitantes de la ciudad de la laguna y los canales, la antigua república del mar que había prosperado con el comercio, vieron como el cielo se llenaba de globos aerostáticos cargados de explosivos y manejados por cuerdas desde las líneas enemigas. Por primera vez en la historia, eso dicen las enciclopedias, la guerra llegó a una ciudad desde el aire.
Pero aquel ataque con globos que sufrió Venecia en 1848 no fue nada comparado con lo que iba a ocurrir en el siglo XX.