Alfonso García
De un tirón. El mejor elogio que, a mi juicio, se puede hacer de la lectura de un libro. Es el caso. Atrapa desde el primer momento por su ritmo trepidante, muy marcado y atractivo, con acciones entrelazadas en diversos escenarios y planos temporales, personajes cuyo perfil nos conmueve y que, en cualquier caso, nos remiten a la dureza y horrores de la guerra, no exenta de escenas de ternura en algún momento, con la conciencia muy definida de la violencia que, sobre todo, sufren las mujeres durante los conflictos armados: la desaparecida en el Berlín de los últimos cabarets en la época exultante de los Juegos Olímpicos; o la adolescente Aurora Lozano, víctima de la guerra en Madrid, ahora refugiada en un pueblo del Alto Maestrazgo, sufriendo aquí con sus hermanos pequeños; u Olena Holub, la extranjera semiesclavizada en una fábrica de aviones del Tercer Reich… Los alemanes que bombardean y serán bombardeados por los rusos.